SUPLEMENTO ALIMENTICIO O ALIMENTO FUNCIONAL QUE COMPRENDE COMBINACION DE ACEITES.

Suplemento alimenticio o alimento funcional que comprende o que consta de

(a) un aceite de frutos secos en una cantidad del 0,

5 al 20% en vol.;

(b) una fuente que contiene ácidos grasos omega-3 en una cantidad del 10 al 50% en vol., donde la cantidad total de ácidos grasos omega-3 es al menos el 20% en vol., y donde la fuente que contiene ácidos grasos omega-3 es aceite de perilla o aceite de argán; y

(c) un vehículo aromatizante en una cantidad del 10 al 89,5% en vol

Suplemento alimenticio o alimento funcional que comprende combinación de aceites.

La presente invención se refiere a un suplemento alimenticio o alimento funcional que comprende o que consta de (a) un aceite de frutos secos en una cantidad del 0,5 al 20% en vol.; (b) una o más fuentes que contienen ácidos grasos ?-3 en una cantidad del 10 al 50 o del 10 al 90% en vol., siendo la cantidad total de ácidos grasos ?-3 en cada una de las fuentes que contienen ácidos grasos ?-3 al menos el 20% en vol.; y (c) un vehículo aromatizante en una cantidad del 10 al 89,5% en vol. Además la presente invención se refiere a un aceite comestible que consta de o que comprende el suplemento alimenticio o alimento funcional de la invención. Finalmente la presente invención se refiere al uso del suplemento alimenticio o alimento funcional de la invención como aceite comestible.

Las enfermedades cardiovasculares son la causa estadística principal de muerte en Alemania y Europa. Este término colectivo cubre diversas enfermedades tales como ataque cardiaco, muerte cardiaca aguda y angina de pecho. En este contexto, a menudo se conoce como la llamada cardiopatía coronaria, abreviada CHD. La causa común de todas estas enfermedades extendidas a menudo es arteriosclerosis que se desarrolla inapreciable durante muchos años. Gradualmente los vasos sanguíneos se estrechan de modo que la sangre ya no puede fluir de forma despejada. Por lo tanto, la circulación sanguínea en el corazón ya no es ideal. En el peor caso, existe una obstrucción repentina del vaso, conocida como trombosis, que conduce a que el suministro de sangre y oxígeno del corazón se interrumpa totalmente. La consecuencia es un ataque cardiaco.

Numerosos estudios científicos han mostrado que malos hábitos de nutrición son una de las causas principales de estos factores de riesgo. Esto significa que por un cambio apropiado de la dieta puede retardarse e incluso evitarse la aparición de arteriosclerosis. En relación con la dieta, aparte de las vitaminas, es principalmente la cantidad y manera en que se absorben las grasas lo que desempeña una tarea esencial para el desarrollo y progreso de enfermedades cardiovasculares. El correcto equilibrio entre ácidos grasos saturados de origen animal y ácidos grasos insaturados de vegetales y pescado cada vez es más importante. Los llamados ácidos grasos ?-3 y ácidos grasos ?-6 son de particular interés. Los ácidos grasos ?-6 se encuentran en muchos aceites vegetales y se consumen, por lo tanto, con nuestros actuales hábitos de nutrición, en suficientes cantidades. El ácido linoleico, el representante más importante de esta familia, está contenido en un gran grado, por ejemplo, en aceite de cártamo, girasol, soja, maíz y germen de trigo, pero también en margarina. Los ácidos grasos insaturados múltiples de tipo ?-3, sin embargo, están contenidos, al menos en elevadas concentraciones, solamente en pescado graso específico y en algas.

Los ácidos grasos ?-3 y ?-6 son ácidos grasos insaturados múltiples de cadena larga. Esto significa que constan de al menos 18 átomos de carbono (C) y tienen más de un doble enlace. La ? y n, respectivamente, representan la cadena de los ácidos grasos que está numerada partiendo del grupo metilo. El número 3 y 6, respectivamente, se refiere a la posición del primer doble enlace en el tercer y sexto átomo de carbono, respectivamente. Como el organismo humano no puede producir cualquiera de los ácidos grasos a partir de otros ácidos grasos, los ácidos grasos ?-3 y ?-6 se consideran esenciales. A partir de estos dos ácidos grasos, el cuerpo puede producir, en cantidades limitadas, mediante las enzimas desaturasa y elongasa los compuestos de cadena más larga, que requiere para diversas funciones metabólicas.

Una gran cantidad de características de los ácidos grasos ?-3 desempañan una tarea en cuanto al efecto profiláctico contra ataque cardiaco: estudios con individuos sanos y enfermos han mostrado que una gran absorción de ácidos grasos ?-3 puede reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre. Una disminución clara del nivel de grasa en la sangre, sin embargo, solamente sucedía con una ingesta relativamente elevada de 3 a 4 gramos por día. Los ácidos grasos ?-3 reducen el colesterol LDL desfavorable en particular. Además, los científicos apreciaron que la sangre de los inuits coagulaba más lentamente que la sangre de europeos. Esto es deseable para gente en riesgo de ataque cardiaco, ya que a menudo debido a coágulos en la sangre se bloquean los vasos estrechados y por tanto causan un ataque cardiaco. Los ácidos grasos ?-3 tienen el efecto de que se producen menos sustancias que promueven la coagulación de la sangre. Al mismo tiempo, los ácidos grasos ?-3 sirven como producto de partida para sustancias que ensanchan los vasos de modo que los coágulos no pueden establecerse fácilmente. Cuando se producen ácidos grasos ?-3 de forma creciente en las paredes celulares, los glóbulos rojos son más flexibles, lo que también promueve el flujo sanguíneo no restringido. Estas propiedades también parecen tener un efecto favorable sobre la presión sanguínea.

Se ha sabido desde hace años que los ácidos grasos también tienen un efecto sobre factores inmunes específicos y procesos de inflamación. En estudios clínicos, por lo tanto, se examinó su efecto sobre enfermedades inflamatorias crónicas tales como colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, reuma y mucoviscidosis. Los ácidos grasos insaturados son componentes básicos para hormonas tisulares que influyen en el transcurso de las inflamaciones. Aunque las hormonas formadas a partir de ácidos grasos ?-6 tienen mayor probabilidad de promover las inflamaciones, las prostaglandinas y los leucotrienos, que se producen a partir del ácido graso ?-3 EPA, son anti-inflamatorios. Por tanto, parece favorable para pacientes que padecen una enfermedad inflamatoria tomar una cantidad aumentada de ácidos grasos ?-3.

Con pacientes que padecen carcinoma de colon, que tomaron concentrados de aceite de pescado con dos a siete gramos de ácidos grasos ?-3 al día, las células cancerosas se dividieron más lentamente que con un grupo comparativo. Un efecto inhibidor de tumores podría demostrarse solamente cuando la cantidad total de ácidos grasos en la sangre fuera no más del 30% del suministro de energía. Por tanto, además de otras medidas, los expertos recomendaron asegurar una proporción equilibrada de ácidos grasos ?-6 a ?-3 y un nivel bajo de suministro de grasas total.

Además, se analiza un efecto favorable de ácidos grasos ?-3 con la artritis reumatoide en la bibliografía (Rennie et al., "Nutritional management of rheumatoid arthritis: a review of the evidence", J. Hum. Nutr. Dietet. 16 (2003), páginas 97-109). En este contexto, se hace referencia a documentaciones que muestran un efecto positivo de ácidos grasos poli-insaturados n-3 de cadena larga sobre los síntomas. Se recomienda una dieta que sea rica en PUFA n-3 de cadena larga y anti-oxidantes. Además, se expone que no se observó mejora significativa con otros aceites.

Un estudio adicional se ocupa de los efectos de diversos aceites sobre la salud, en particular sobre enfermedades coronarias (Katan et al., "dietary oils, serum lipoproteins, and coronary heart disease", Am. J. Clin. Nutr. 61 (1995), 1368-1373). En este contexto, se mencionan los habitantes de Creta como ejemplo de gente que en base a una elevada ingesta de aceite de oliva como fuente de grasa mostraban una baja frecuencia de enfermedades coronarias. Este estudio también confirma que los ácidos grasos saturados, en principio, aumentan el colesterol LDL y, por tanto, la susceptibilidad de enfermedades cardiacas. En contraste, los ácidos grasos insaturados disminuyen el riesgo. Se describe adicionalmente que los aceites de pescado pueden aumentar la LDL y la apoproteína B en la sangre, mientras que se sostiene lo mismo para pescado graso. Los aceites de pescado y el pescado graso, sin embargo, tienen efectos favorables sobre los triglicéridos séricos y la lipoproteína de muy baja densidad. A pesar de esto, se considera el hecho de que los aceites de pescado en poblaciones que toman grandes cantidades de aceite de pescado disminuyen la frecuencia de enfermedades coronarias.

Una publicación adicional analiza la eficacia de ácidos grasos ?-3 vegetales y marinos en la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades tales como enfermedades cardiovasculares y apoplejía (Kris-Etherton et al., "Fish Consumption, Fish Oil, ?-3 Fatty Acids and Cardiovascular Disease", Circulation 106 (2002), página. 2747-2757). Esencialmente, se analizan estudios a gran...

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