Composición alimenticia que comprende aminoácidos.

Aditivo de aminoácidos que consiste en

a. el 25-35% de leucina

b.

el 10-20% de isoleucina

c. el 10-20% de valina

d. el 17-27% de treonina

e. el 13-23% de lisina

en el que el % es la suma de los aminoácidos.

Composición alimenticia que comprende aminoácidos.

CAMPO DE LA INVENCIÓN

La invención se refiere a una composición alimenticia que comprende una parte de aminoácidos que tiene al menos los aminoácidos leucina, isoleucina, valina, treonina y lisina en una cantidad de desde aproximadamente 35 hasta aproximadamente 90 g/100 g de la cantidad total de la parte de aminoácidos así como a un método sobre cómo producir dicha composición alimenticia. La invención también se refiere a diferentes productos alimenticios que comprenden dicha composición alimenticia.

ANTECEDENTES DE LA INVENCIÓN

El síndrome metabólico se ha convertido en un importante problema para la salud en todo el mundo. Hay un aumento espectacular en la prevalencia de trastornos metabólicos incluidos en el síndrome metabólico, tales como obesidad abdominal, diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular aterosclerótica (CVD) , dislipidemia e hiperinsulinemia (DeFronzo et al. Diabetes Care; 1991 14: 173-194) .

La dieta es un factor del estilo de vida obvio que ha de usarse para combatir el síndrome metabólico y se identificó recientemente una nutrición mejorada como la herramienta individual más importante para reducir la carga de enfermedad en los países europeos (Robertson et al. WHO Reg Publ Eur Ser; 2004; i-xvi: 1-385) . Se han identificado varias propiedades y/o factores de la dieta como complemento protector para el síndrome metabólico. Por tanto, se ha asociado una dieta con bajo índice glucémico (IG) con un riesgo reducido de desarrollar diabetes y CVD (Salmeron et al. Diabetes Care; 1997; 20: 545-50, Salmeron et al. JAMA; 1997; 277: 472-7, Frost et al. Lancet; 1999; 353: 1045-8, Liu et al. Am J Clin Nutr; 2000; 71: 1455-1461, Liu et al. Am J Clin Nutr; 2001; 73: 560-566) así como con un potencial terapéutico (Jenkins et al. Am J Clin Nutr; 1985; 42: 604-17., Jenkins et al. Am J Clin Nutr; 1987; 46: 66-71, Wolever et al. Diabetes Medicine; 1992; 9: 451-458, Järvi et al. Diabetes Care; 1999; 22: 10-18) . También el tipo y la cantidad de lípidos, y el tipo y la cantidad de fibra dietética pueden afectar a los parámetros de riesgo metabólico (Jenkins et al. Br J Nutr; 2000; 83 Supl. 1: S157-63., Riccardi et al. Clin Nutr; 2004; 23: 447-56) . Determinados grupos de alimentos se han asociado además con un menor riesgo de síndrome metabólico. Por ejemplo, se notificó una relación negativa entre una alta ingesta de productos lácteos y el síndrome metabólico en adultos jóvenes con sobrepeso (Pereira et al. JAMA; 2002; 287: 2081-9) . Se está poniendo mucha atención actualmente en el concepto de grano entero, y los datos acumulativos de estudios epidemiológicos indican un papel protector frente a la obesidad y otros trastornos dentro del síndrome metabólico (Liu et al. Am J Clin Nutr; 1999; 70: 412-419, Liu et al. Am J Public Health; 2000; 90: 1409-15., Pereira et al. Am J Clin Nutr; 2002; 75: 848-55, Liu et al. Am J Clin Nutr; 2003; 78: 920-927, McKeown et al. Diabetes Care; 2004; 27: 538-546) . Aparte de ser ricos en fibra dietética, los productos de grano entero también son más ricos en vitaminas, minerales y otras sustancias potencialmente bioactivas tales como, por ejemplo, polifenoles, que los correspondientes cereales refinados. Además, la fracción de salvado del trigo contiene proteína que se sugiere que contribuye en parte al riesgo reducido de diabetes tipo 2 y cardiopatía coronaria observado con el grano entero (Jenkins et al. Br J Nutr; 2000; 83 Supl. 1: S157-63) . Sin embargo, el conocimiento referente al papel de un complemento de proteínas de la dieta en los factores de riesgo para el síndrome metabólico todavía es limitado. Sin embargo, estudios mecanísticos en animales notifican una sensibilidad a la insulina mejorada y una reducción de la glucosa en sangre en ayunas y la insulina en ayunas tras la ingestión de bacalao en comparación con otras proteínas alimenticias tales como de soja y caseína (Hurley et al. J Nutr Biochem; 1995; 6: 540546, Lavigne et al. Am J Physiol Endocrinol Metab; 2000; 278: E491-500) .

La progresión del síndrome metabólico avanza a través de un deterioro paulatino de acontecimientos metabólicos en los que el deterioro de la sensibilidad a la insulina parecer desempeñar un papel clave en un “círculo vicioso” de hiperinsulinemia y resistencia a la insulina (Jenkins et al. Br J Nutr; 2000; 83 Supl. 1: S157-63) . Por tanto, puede esperarse que los factores alimentarios que mejoran el control metabólico de manifestaciones declaradas del síndrome metabólico en sujetos con, por ejemplo, diabetes tipo 2 y dislipidemia, sean preventivos frente a este síndrome, mientras que los factores alimentarios que inducen altas respuestas de insulina y glucosa en sangre pueden tener el efecto opuesto.

La menor demanda de insulina con, por ejemplo, alimentos de bajo IG, facilita la regulación de glucosa en sangre, en situaciones de alteración de la sensibilidad a la insulina y en caso de alteración de la secreción de insulina, proporcionando por tanto una herramienta terapéutica en el manejo de la diabetes tipo 2. El tratamiento farmacéutico de estos estados implica diferentes regímenes tales como secretagogos de insulina, por ejemplo, sulfonilureas, sensibilizadores de insulina, por ejemplo, metformina y tiazolidindionas, o terapia con insulina exógena. Un enfoque novedoso interesante para combatir la hiperglucemia en sujetos con diabetes tipo 2 es el uso de hormonas incretinas, tales como polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP) y péptido similar a glucagón 1 (GLP-1) (Drucker. Diabetes Care; 2003; 26: 2929-40) . Desde una perspectiva de la dieta, la glucosa es el principal secretagogo de insulina. Hallazgos recientes sugieren que determinadas proteínas y aminoácidos también estimulan la secreción de insulina; directa y/o indirectamente mediante la estimulación de la liberación de incretina. Los secretagogos de insulina derivados de alimentos ofrecen ventajas en comparación con productos farmacéuticos tradicionales (por ejemplo, sulfonilureas) porque la secreción de insulina sólo se produce de manera concomitante con hiperglucemia. La secreción de insulina inducida por proteínas también sortea efectos secundarios negativos que pueden estar asociados con determinados fármacos antidiabéticos.

Otra área interesante se refiere a en qué grado varían alimentos o componentes alimenticios en sus efectos sobre la liberación de hormonas incretinas, con posibles efectos no sólo sobre la secreción de insulina, sino también sobre el apetito y el metabolismo de los lípidos (Holst. Horm Metab Res; 2004; 36: 747-54) .

Se sabe que las bacterias probióticas afectan beneficiosamente a la barrera del epitelio colónico, y reducen el riesgo de flujo de entrada de factores proinflamatorios. Además de esto, los probióticos pueden afectar beneficiosamente al metabolismo de los hidratos de carbono y lípidos. Por tanto, el producto de la invención se produce usando fermentación y/o añadiendo bacterias probióticas a la formulación final.

El documento US-A-5.242.697 da a conocer un método para preparar un producto alimenticio en el que se determina el contenido de aminoácidos esenciales para proporcionar un alimento nutrificado, mediante lo cual pueden variarse los diferentes aminoácidos esenciales dentro de determinados intervalos para cumplir con el requisito de que todos los aminoácidos esenciales deben estar presentes dentro de una dosificación dada de éstos. Por tanto, las cantidades varían entre 0, 104 y 4, 102 g por 10 g del conjunto completo de aminoácidos esenciales.

Se dice que el producto alimenticio proporciona una mayor utilización neta de nitrógeno y junto con ácidos grasos esenciales proporciona energía para tratar la desnutrición proteico-calórica, y va a usarse para la nutrición complementaria en caso de cáncer, SIDA, traumatismo debido a quemaduras, cirugía o enfermedad tal como trastornos renales, trastornos hepáticos, diabetes mellitus, gota y similares. Por tanto, el objetivo es aumentar el valor nutricional proteico de un producto alimenticio.

El documento JP5344863 da a conocer una composición de aminoácidos para tratar la diabetes que contiene hidrolizado de pepsina de proteína de arroz, hidrolizado de pepsina de proteína de judía, hidrolizado de pepsina de proteína de huevo y aminoácidos libres específicos. Además de los diferentes hidrolizados, una mezcla de ácido glutámico, alanina, fenilalanina, lisina, treonina, valina, isoleucina, leucina, metionina, histidina y triptófano, mediante lo cual el contenido de la mezcla de aminoácidos libres es de aproximadamente el 9, 4% de un total de aproximadamente el 21, 6% de proteína, mediante lo cual el contenido de leucina,... [Seguir leyendo]

1. Aditivo de aminoácidos que consiste en

a. e.

2. 35% de leucina

b. el 10-20% de isoleucina

c. el 10-20% de valina

d. el 17-27% de treonina

e. el 13-23% de lisina

en el que el % es la suma de los aminoácidos.

2. Composición alimenticia que comprende el aditivo de aminoácidos según la reivindicación 1, en la que el aditivo de aminoácidos está en una cantidad de desde aproximadamente 35 hasta aproximadamente 90 g/100 g de la cantidad total de la parte de aminoácidos.

3. Composición alimenticia según la reivindicación 2, en la que dicha parte de aminoácidos comprende dicho aditivo de aminoácidos según la reivindicación 1, y al menos una base de aminoácidos seleccionada del grupo que consiste en suero lácteo, soja, caseína, avena, huevo, sangre, guisante, cebada, proteínas de pescado, gelatina y alfalactoalbúmina.

4. Composición alimenticia según cualquiera de la reivindicación 2-3, en la que dicha base de aminoácidos comprende un hidrolizado.

5. Composición alimenticia según cualquiera de las reivindicaciones 3-4, en la que el aditivo de aminoácidos y la base de aminoácidos es e.

2. 80 por ciento en peso de la composición alimenticia con respecto a materia seca.

6. Composición alimenticia según cualquiera de las reivindicaciones 2-5, que comprende además al menos una bacteria probiótica.

7. Composición alimenticia según la reivindicación 6, en la que la bacteria probiótica se selecciona del grupo que consiste en Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus thermophilus, Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus plantarum, Lactobacillus reuteri, Bifidobacterium bifidum y Bifidobacterium longum.

8. Composición alimenticia según cualquiera de las reivindicaciones 2-7, en la que dicha composición incluye además al menos un componente seleccionado del grupo que consiste en hidratos de carbono, fibras dietéticas, lípidos, vitaminas esenciales, minerales, agentes aromatizantes, texturantes, estabilizadores, especias, vinagre y aceite de oliva.

9. Composición alimenticia según cualquiera de las reivindicaciones 2-8, siendo dicha composición alimenticia una bebida, un yogur, una barrita, una sopa, un aliño, un producto de queso, cárnico o de cereales.

10. Composición alimenticia según cualquiera de las reivindicaciones 2-9, para su uso para estimular la liberación de insulina en un ser humano que padece alteración de la tolerancia a la glucosa, síndrome metabólico o diabetes tipo 2, que está recuperándose de un ejercicio extenuante o que está en un estado catabólico.