Procedimiento para reciclar y valorar frutas y hortalizas desechadas por cooperativas y empresas hortofrutícolas.

La invención consiste en un procedimiento para reciclar y valorar gran parte de las frutas y de las hortalizas que se desechan como residuos por cooperativas y empresas hortofrutícolas por su aspecto o tamaño inadecuado para el mercado fresco.

Conlleva una fase de reducción del volumen inicial del producto seguida de una fase de conservación de las propiedades nutritivas obtenidas en los nuevos productos generados.

El procedimiento se caracteriza por integrar adecuadamente técnicas de reducción de volumen mediante compresión con técnicas de conservación según la calidad del producto obtenido mediante concentración, cocción, deshidratación o ensilaje, consiguiendo obtener productos nutritivos que poseen una garantía apropiada para el mercado alimenticio al que se dirigen.

Procedimiento para reciclar y valorar frutas y hortalizas desechadas por cooperativas y empresas hortofrutícolas.

Sector de la técnica

En términos generales la invención se encuadra en el sector de tecnologías limpias con el medio ambiente, más concretamente en el relativo al reciclado de productos desechados a efectos de poder valorarse como nueva materia prima.

Estado de la técnica

La industria agroalimentaria genera elevadas cantidades de residuos sólidos orgánicos (entre un 3% y un 20% de la materia de partida), que debido a su enorme volumen pueden provocar impactos ambientales importantes, lo que obliga a que se realicen medidas adecuadas de tratamiento y si es posible, también de reciclado de productos.

La agricultura intensiva dirigida a los productos del "mercado en fresco" genera grandes volúmenes de frutas y hortalizas desechadas y clasificadas como destrío, cuyo principal destino es la eliminación del producto por gestores que lo depositan en vertederos autorizados para fabricar abono orgánico, si bien a veces, determinadas partidas son recogidas por ganaderos de la zona para la alimentación de sus rebaños.

La procedencia de tan elevada cantidad de frutas y hortalizas desechadas es debida a los requerimientos del mercado de productos en fresco, que es un mercado altamente competitivo dentro de la Unión Europea, donde se ha de cumplir con la reglamentación de tamaño y de calidad impuestas por las administraciones, y por las exigencias en la presencia del artículo que demanda el cliente final.

El destrío de frutas y hortalizas se compone principalmente de frutos que por efecto de magulladuras, aspecto inadecuado, rajados, picaduras, mal color, etc, no son aptos para la comercialización del mercado en fresco, pero que generalmente en su interior, poseen adecuadas propiedades nutricionales clasificadas como beneficiosas para la salud.

Estimaciones del destrío en relación a las producciones totales llegadas a las cooperativas y calculadas para distintos productos hortofrutícolas corresponden a medias del 8% en tomate, melón y sandía, 4% en el pimiento, 6% en la berenjena, etc.

Estos grandes volúmenes de frutas y hortalizas desechadas producidos en breves periodos de tiempo (varios meses) y a veces con grandes picos diarios de producción, originan importantes problemas ambientales durante su almacenamiento, transporte y eliminación en las plantas de tratamiento, como son:

1. Un procedimiento para reciclar y valorar gran parte de las frutas y de las hortalizas desechadas como residuos por cooperativas y empresas hortofrutícolas, que conllevan una fase de reducción del volumen inicial del producto seguida de una fase de conservación de las propiedades nutritivas obtenidas en los nuevos productos generados, cuyo procedimiento está caracterizado por integrar adecuadamente técnicas de reducción de volumen mediante compresión con técnicas de conservación según la calidad del producto obtenido mediante concentración, cocción, deshidratación o ensilaje, consiguiendo productos nutritivos que poseen una garantía apropiada para el mercado alimenticio al que se dirigen.

2. Un procedimiento según la reivindicación 1, caracterizado por dividir y separar el producto de partida en dos nuevos productos uno sólido y uno líquido, que van a ser manipulados y comercializados de forma independiente.

3. Un procedimiento según la reivindicaciones 1 y 2, caracterizado por seleccionar alternativas de tratamiento alimentario para conservar temporalmente las propiedades nutritivas de los productos líquidos generados, por concentración o por cocción, y cuya selección se efectuará en función de la calidad nutricional que posea dicho producto líquido y de las posibilidades de valoración y de venta final que pueda llegar tener este alimento en el mercado para el consumo humano o para el consumo ganadero.

4. Un procedimiento según la reivindicaciones 1 y 2, caracterizado por seleccionar alternativas de tratamiento alimentario para conservar temporalmente las propiedades nutritivas de los productos sólidos generados, por deshidratación o por ensilaje, y cuya selección se efectuará en función de la calidad nutricional que posea dicho producto sólido y de las posibilidades de valoración y de venta final que pueda llegar tener este alimento en el mercado para el consumo ganadero.

5. Un procedimiento según las reivindicaciones 1 y 2, caracterizado por integrar operaciones que consiguen en su conjunto evitar problemas medioambientales asociados al almacenamiento, al transporte y al tratamiento de eliminación que generalmente reciben la mayor parte de las frutas y hortalizas desechadas como residuos en el destrío.

6. Un procedimiento según las reivindicaciones 1 y 2, caracterizado por integrar operaciones que consiguen en su conjunto evitar costes económicos asociados al almacenamiento, al transporte y al tratamiento de eliminación que generalmente reciben las frutas y las hortalizas desechadas en el destrío.