LH PARA SU USO EN EL MANTENIMIENTO DE UNO O MÁS EMBARAZOS MEDIANTE LA INDUCCIÓN DE LA FORMACIÓN DE UN CUERPO LÚTEO ACCESORIO.

Utilización de una cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante en la fabricación de un fármaco para mantener uno o varios embarazos mediante la inducción de la formación de cuerpo lúteo accesorio en uno o varios mamíferos,

caracterizada porque dicho fármaco se administra a dichos mamíferos el día o entre el Día 2 y el Día 10 después de haber realizado la inseminación en dichos mamíferos, caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 10 microgramos y 25 miligramos

LH para su uso en el mantenimiento de uno o más embarazos mediante la inducción de la formación de un cuerpo lúteo accesorio.

Existen más de nueve millones de vacas lecheras en Estados Unidos, más de un millón en Canadá y más de cincuenta millones en el mundo. La industria lechera es extremadamente competitiva y la capacidad de una granja para mantener gestaciones después de la inseminación es crítica para la rentabilidad del productor. Se estima que el coste de una vaca no preñada es de aproximadamente cinco dólares al día. Se estima además que las inseminaciones actuales resultan en alrededor de un treinta a un cuarenta por ciento de vacas preñadas el día 45 y de entre estas vacas, del noventa al noventa y cinco por ciento da a luz a terneros al final del período de gestación de 283 días. La eficacia reproductora en las vacas lecheras ha ido disminuyendo constantemente durante un período de tiempo prolongado. La magnitud y la firmeza de esta tendencia son de gran importancia para la industria lechera y alcanzan una disminución constante de aproximadamente el uno por ciento en los índices de concepción al primer servicio al año durante los últimos diez años. El impacto de este cambio en la productividad no se ha evidenciado fácilmente, debido a que la producción de leche de vaca individual ha aumentado de un veinte por ciento durante el mismo período. A la larga, la industria lechera no puede permitirse continuar con el índice actual de disminución del rendimiento reproductor.

La fuente de ingresos primarios en la industria lechera es la producción de leche. El progreso en genética y gestión de vacas lecheras ha conducido a incrementos notables en la producción de leche durante las últimas varias décadas, con un veinte por ciento de aumento en la producción por vaca en los últimos diez años solo (USDA National Agricultural Statistics Service, http//www.usda.gov/nass). Con el fin de mantener una alta productividad del rebaño, sin embargo, las vacas deben estar preñadas y dar a luz a un ternero para que se renueve el ciclo de lactancia. Además, se deben producir suficientes números de novillas para sustituir las vacas más viejas. Por lo tanto, la futura productividad de la industria lechera depende en gran parte del mantenimiento de la fertilidad y de la reproducción.

Durante el mismo tiempo en el que ha aumentado la producción lechera por vaca, sin embargo, la eficacia reproductora de las vacas lecheras ha disminuido constantemente. Los rebaños lecheros de Colorado se sitúan entre los más productivos de la nación, y el estado figura actualmente en segundo lugar en la producción media anual por vaca (USDA National Agricultural Statistics Service, http//www.usda.gov/nass). La industria lechera de Colorado es típica de la tendencia nacional en la disminución de fertilidad de las vacas. Desde 1992 hasta ahora, mientras la producción lechera ha aumentado de 21.000 a 24.000 libras/vaca/año, el promedio de días abiertos (días hasta la concepción) ha aumentado de 130 a 173 días. El índice de concepción al primer servicio para los rebaños de Colorado se ha reducido del 51% al 37%, y el índice de servicios por concepción ha ascendido de 2 a 2,8 durante los últimos 10 años (datos procedentes de Dairy Herd Improvement Association, www.dhiprovo.com).

La reducción de la eficacia reproductora de vacas lecheras se ha observado por todos Estados Unidos, y otras partes del mundo donde la producción lechera ha ido aumentando (Lucy, M.C., "Reproductive loss in high-producing dairy cattle: Where will it end?", J. Dairy Sci., 84:1277-1293, 2001; Roche, J.F. y col., "Reproductive management of postpartum cows", Anim. Reprod. Sci., 60-61:703-712, 2000; Royal, M.D. y col., "Declining fertility in dairy cattle: changes in traditional and endocrine parameters of fertility", Anim. Sci., 70:487-502, 2000; y Macmillan, K.L. y col., "The effects of lactation on the fertility of dairy cows" Aust. Vet. J., 73:141-147, 1996). La fuerte asociación temporal entre la producción lechera en aumento y la fertilidad en disminución no proporciona una causa conocida del fenómeno. Aunque la relación entre la producción lechera y la fertilidad parece ser antagónica (Dematawewa, C.M., y P.J. Berger, "Genetic and phenotypic parameters for 305 day yield, fertility, and survival in Holsteins", J. Dairy Sci., 81:2700-2709, 1998; y Hansen, L.B., "Consequences of selection for milk yield from a geneticist's viewpoint", J. Dairy Sci., 83:1145-1150, 2000), algunos estudios demuestran un efecto neutro de la producción lechera de por sí (Grohn, Y.T. y P.J. Rajala-Schultz, "Epidemiology of reproductive performance in dairy cows", Anim. Repro. Sci., 60-61:605-614, 2000), y otros estudios muestran que rebaños de mayor producción tienen mejor rendimiento reproductor que rebaños de menor producción (Nebel, R.L. y M.L. McGilliard, "Interactions of high milk yield and reproductive performance in dairy cows", J. Dairy Sci., 76:3257-3268, 1993; y Stevenson, J.S., "Can you have good reproduction and high milk yield?", Hoard's Dairyman, 145:202-203, 1999). Numerosas características de vacas de alta producción pueden influir negativamente en la fertilidad, incluidos el equilibrio de energía negativa y eventos de enfermedades tales como placenta retenida, cetosis, ovario cístico, y mastitis (Lucy 2001, supra; Grohn 2000, supra; y Staples, C.R. y col., "Relationship between ovarian activity and energy status during the early postpartum period of high producing dairy cows", J. Dairy Sci., 73:938-947, 1990). Una tendencia destacada en la industria lechera de Estados Unidos es el número reducido de granjas lecheras, el aumento constante del tamaño de los rebaños y el desplazamiento de la producción lechera hacia los estados del oeste (USDA National Agricultural Statistics Service, http//www.usda.gov/nass). El mayor tamaño de los rebaños puede contribuir al rendimiento reproductor reducido debido a los cambios asociados en mano de obra lechera y gestión de las vacas, resultando en trabajadores poco formados o con demasiado trabajo para identificar un comportamiento estral, realizar inseminación artificial, llevar a cabo programas de sincronización estral, e identificar y tratar vacas enfermas (Lucy 2001, supra). El estrés térmico, que ocurre durante la mayor parte del año en rebaños lecheros del oeste y suroeste de Estados Unidos, tiene un impacto negativo significativo sobre la fertilidad del ganado (Wolfenson, D. y col., "Impaired reproduction in heat-stressed cattle: basic and applied aspects", Anim. Reprod. Sci., 60-61:535-547, 2000).

Estudios recientes con la detección del embarazo por ultrasonidos demuestran pérdidas embrionarias de al menos un 20% entre los 28 y 60 días de embarazo (Pursley, J.R. y col., "Effect of time of artificial insemination on pregnancy rates, calving rates, pregnancy loss, and gender ratio after synchronization of ovulation in lactating dairy cows", J. Dairy Sci., 81:2139-2144, 1998; y Vasconcelos, J.L. y col., "Pregnancy rate, pregnancy loss, and response to heat stress after AI at 2 different times from ovulation in dairy cows", Biol. Reprod., 56 (Supp. 1):140, 1997), y existen probablemente pérdidas aún más elevadas antes de los 28 días que no se detectan mediante examen por ultrasonidos (Lucy 2001, supra). Los datos sugieren que las vacas lecheras modernas no logran mantener el embarazo debido al ambiente uterino subóptimo (Gustafsson, H. y K. Larsson, "Embryonic mortality in heifers after artificial insemination and embryo transfer: differences between virgin and repeat breeder heifers", Res. Vet. Sci., 39:271-274, 1985). Aunque existan muchos factores posibles que podrían ser responsables de las pérdidas embrionarias, una causa potencial es la baja concentración de progesterona en sangre.

Se necesita la progesterona para mantener el embarazo en el ganado, y bajas concentraciones de progesterona se asocian a la infertilidad. Las concentraciones de progesterona en sangre están influidas por los índices de secreción y el metabolismo/eliminación. Existen hechos de que las vacas lecheras modernas mantienen concentraciones más bajas de progesterona en sangre que las que se midieron en el ganado hace varias décadas (Lucy, M.C. y col., "Reproductive endocrinology of lactating dairy cows selected for increased milk production", J. Anim. Sci., 76 (Suppl. 1):296, 1998). Los cuerpos lúteos más grandes secretan más progesterona y tienen un efecto positivo sobre el reconocimiento del embarazo y velocidades de embarazo, pero se ha probado que las vacas lecheras tienen cuerpos lúteos más pequeños de lo deseable en algunas circunstancias (Lucy 2001, supra; Vasconcelos, J.L.M. y col., "Reduction... [Seguir leyendo]

1. Utilización de una cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante en la fabricación de un fármaco para mantener uno o varios embarazos mediante la inducción de la formación de cuerpo lúteo accesorio en uno o varios mamíferos, caracterizada porque dicho fármaco se administra a dichos mamíferos el día o entre el Día 2 y el Día 10 después de haber realizado la inseminación en dichos mamíferos, caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 10 microgramos y 25 miligramos.

2. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho fármaco mantiene los embarazos en más de un 40%, y preferentemente en más del 50%, de dichos mamíferos.

3. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque no se administra ninguna otra hormona a dicho uno o varios mamíferos cuando se administra dicho fármaco a dichos mamíferos.

4. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 10 microgramos y 5 miligramos.

5. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 10 microgramos y 1 miligramo.

6. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 25 microgramos y 250 microgramos.

7. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 75 microgramos y 175 microgramos.

8. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho fármaco se administra el día o entre el Día 4 y el Día 7 después de dicha inseminación.

9. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicha hormona luteinizante se selecciona de entre el grupo compuesto de: hormona luteinizante bovina, hormona luteinizante recombinante y hormona luteinizante recombinante de una sola cadena.

10. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicha hormona luteinizante purificada es pura en al menos un 95%.

11. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho uno o varios mamíferos son ungulados o bovinos.

12. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho uno o varios mamíferos se seleccionan de entre el grupo compuesto de: bovinos, ovejas, cabras, yacs, búfalos de agua, bisontes, antílopes, gacelas, ciervos canadienses, renos, alces, muflones, jirafas, y camélidos incluidos los camellos y dromedarios, llamas, cerdos, caballos, alpacas, y vicuñas.

13. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho uno o varios embarazos se mantienen el Día 15 después de la inseminación.

14. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho uno o varios embarazos se mantienen el Día 30 después de la inseminación, y preferentemente el Día 56 después de la inseminación.

15. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque la administración de dicho fármaco es por vía intramuscular.

16. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque dicho fármaco se administra a dicho uno o varios mamíferos el día o entre el Día 4 y el Día 7 después de la inseminación, y caracterizada porque dicha cantidad eficaz de hormona luteinizante purificada o recombinante se sitúa entre 75 microgramos y 1 miligramo, preferentemente entre 75 microgramos y 175 microgramos.

17. Utilización según la reivindicación 1, caracterizada porque se administra con dicho fármaco una cantidad eficaz de hormona del crecimiento, hormona folículo estimulante, o gonadotropina coriónica a dicho uno o varios mamíferos.

18. Utilización según la reivindicación 17, caracterizada porque se administra a dicho uno o varios mamíferos menos de 1000 IU de gonadotropina coriónica.

19. Utilización según la reivindicación 17, caracterizada porque dicha gonadotropina coriónica es gonadotropina coriónica humana.