El túnel de aterrizaje, es una solución para los cambios en el clima y sus efectos en los aeropuertos.

Se trata de poner un túnel sobre una pista de aterrizaje, que permita aterrizar en su interior a todos los aviones, especialmente, en los días de lluvia o de viento muy acusado, y, sobretodo, en los días en que está nevando y la pista se halla en condiciones de máximo deslizamiento. Se trata de poner un túnel formado por una estructura de tubos curvados, fáciles de montar, cuyos segmentos se acoplan los unos con los otros creando un arco de una altura cercana a los 40 metros y una anchura de unos 200 metros. Entre los tubos se disponen unas piezas de cemento, -o, de fibra de vidrio, o del material que se elija-. Unas ventanas para la ventilación de los gases de los motores, y, unas puertas, harán de este túnel un medio seguro para el aterrizaje en cualquier día del año

Túnel de aterrizaje.

Objeto de la invención

El objetivo de la presente invención es el de hacer posible la navegación aérea en cualquier día del año, o en cualquier circunstancia climatológica. Con este túnel de aterrizaje, los aviones realizarían la carrera de despegue en su interior y también la de aterrizaje.

Antecedentes de la invención

No sé si existe algún antecedente sobre este tipo de túneles para las pistas de aterrizaje.

Descripción de la invención

El Túnel de aterrizaje, es una solución al problema que tienen los Aeropuertos en los días de lluvia y, especialmente, en los de nieve. Se trata de que los aviones aterricen y despeguen desde el interior de un gran túnel, con lo que el contacto de las ruedas con el asfalto siempre estará seco. La nieve es muy peligrosa porque hace que las ruedas puedan llegar a deslizar en una dirección inesperada, -contra la voluntad del piloto-, corriendo el serio peligro de salirse del tramo de pista de aterrizaje. Para evitar este peligro se crea un túnel de grandes dimensiones, -de unos 40 metros de altura, por unos 200 metros de ancho, aproximadamente-, que permite que el avión, al aterrizar, pueda contactar con el asfalto una vez ha entrado ya en el interior del túnel. Esto permitiría evitar los muy peligrosos desplazamientos que produce el viento al acercarse a la pista, sobretodo en el momento de la toma de contacto con el asfalto. Además, el túnel, -con sus 200 metros de anchura y los 40 metros de altura-, sería suficientemente seguro porque el avión tendría suficiente espacio para entrar en él y para permitirse unos cuantos metros de deriva respecto de la trayectoria ideal. El túnel estaría formado por unos tubos (2) curvados en arco. Estos tubos estarían formados por segmentos de tubos que se acoplarían los unos en los otros, de manera que su misma forma crearía un arco de medio punto suficientemente sólido como mantener unas placas de cemento entre arco y arco. En la figura nº 2 está representado uno de estos tubos (2) visto por la cara interior, es decir, por la cara que soportaría las placas de hormigón (5, 6)..., -que podría ser también de cualquier otro material, como la fibra de vidrio, o cualquier otro-. En los tubos (2) se disponen unos huecos (3) para que las placas de cemento (5, 6) puedan fijarse en ellas. Se ve en las figuras nº 3 y 4 que estas placas de cemento tienen unas pestañas (6) en los extremos para que puedan ser acopladas, las unas en las otras, en dichos huecos (3) de los tubos (2). Las placas no están curvadas en las figuras, pero, se sobreentiende que tendrían que estarlo, para seguir la forma curvada de los tubos. Este túnel viene a ser un complemento de seguridad de la pista de frenado con pendiente de ascenso que he presentado en otro registro anterior titulado así: Pista de frenado, en pendiente y despegue de aviones, Patente nº P200400082. En dicha pista, -que a partir de un determinado lugar empieza a ascender-, los aviones adquieren máxima seguridad porque no dependen de sus frenos. Las condiciones naturales de la pista utilizan la fuerza de gravedad para detener la marcha de los aviones. De esta manera, al unir las posibilidades de esta pista de frenado con las ventajas de seguridad que ofrece el túnel de aterrizaje, las tareas de despegue y de aterrizaje se convierten en tareas mucho más seguras de lo que lo son en la actualidad. Fecha de la invención: 4-5.04.07.

Descripción de los dibujos

Figura nº 1: Vista frontal del túnel y del avión en su interior.

Figura nº 2: Vista posterior del tubo del primer arco con los huecos para destinar en ellos las placas de cemento.

Figura nº 3: Vista lateral de una placa de cemento con sus dos pestañas en cada extremo.

Figura nº 4: Vista frontal de una placa de cemento.

Figuras nº 1-3

Descripción de un modo de realización preferida

El Túnel de aterrizaje, está caracterizado por ser un recurso contra las inclemencias del tiempo, el viento, la lluvia y, sobretodo, la nieve en las pistas de aterrizaje de los Aeropuertos. La mejor forma de evitar que una pista de aterrizaje se conserve en las mejores condiciones es la de impedir que la nieve o la lluvia lleguen a tocarla. Para esto se propone un túnel de grandes dimensiones y, a la vez, muy sencillo y barato de fabricar, que permite que los aviones tomen contacto con la pista una vez se encuentran ya en su interior. Unos tubos (2) de aluminio formarían un arco de 200 metros de ancho; -o más, si hace falta-, y de 40 metros de altura. Estos tubos serian segmentos curvados de 40 metros, aproximadamente, que se acoplarían fácilmente los unos en los otros. Entre ellos se situarían unas placas de cemento (5,6), -o de cualquier otro material-, que acabarían de cerrar por los laterales la estructura del túnel. Se ve en la figura nº 2 que los tubos (2) tienen unos huecos (3) cuya única misión es la de acoplar en ellos las pestañas (5) de las placas de cemento (5,6). Estas placas estarían curvadas, al igual que lo estarían los tubos a los que están destinadas.

1. Túnel de aterrizaje, caracterizado por ser un recurso contra las inclemencias del tiempo, el viento, la lluvia y, sobretodo, la nieve, en las pistas de aterrizaje de los Aeropuertos. Se propone un túnel de grandes dimensiones formado por unos tubos (2) de aluminio que dibujarían un arco de unos 200 metros de ancho, -o más, si hace falta-, y de unos 40 metros de altura. Estos tubos serían segmentos curvados de varias decenas de metros, que tendrían una prolongación de acoplamiento en los extremos. Entre ellos se situarían unas placas de cemento (5,6), -o de cualquier otro material-. Los tubos (2) tienen unos huecos (3) en los que se acoplan las pestañas (5) de las placas de cemento (5,6). Estas placas estarían curvadas, al igual que lo estarían los tubos a los que están destinadas.