Se describe en este documento un nuevo procedimiento de cultivo de hongos que se caracteriza por el uso de la pulpa agotada de alperujo (orujillo) y de un plástico especial.

Este procedimiento consta de cuatro fases diferentes: Preparación de un inóculo con orujillo, preparación de un sustrato para cultivo con orujillo, inoculación del sustrato (fase 2) con el inóculo (fase 1) y finalmente embolsado de la mezcla. En esta última fase se utiliza un plástico opaco con pequeñas porciones transparentes que permiten la inspección visual del desarrollo del hongo sin necesidad de manipulación de las bolsas.

Procedimiento para cultivo de hongos sobre pulpa agotada de alperujo (orujillo).

Sector de la invención

La presente invención se encuadra dentro del sector agrícola. Específicamente, permite la reutilización de un residuo problemático desde el punto de vista medio ambiental, como el orujillo para el cultivo de setas. Debido a las especiales características físico-químicas de esta sustancia, es importante elaborar un inóculo que esté adaptado a esta sustancia. El nuevo sustrato e inóculo descritos son los que se utilizan para la confección de bolsas de cultivo. Otra de las aportaciones de la invención es que el efecto tóxico del orujillo se combina con la utilización de un nuevo plástico en el proceso de embolsado que permite reducir los riesgos de contaminaciones a la vez que se realiza un control exhaustivo. Así el cultivador puede anticiparse a las mismas tomando las medidas de control oportunas.

Estado de la técnica

La industria de la extracción del aceite de oliva sufrió en los años noventa una fuerte renovación tecnológica al cambiar el antiguo sistema de "tres fases" por otro nuevo denominado de "dos fases". En el primero de ellos se obtenían como resultado de todo el proceso tres productos, el aceite de oliva, el orujo y el alpechín, mientras que en el segundo se obtienen sólo dos, el aceite de oliva y el alpeorujo. Este cambio en la técnica obligó a la industria orujera a adaptarse teniendo que trabajar con un nuevo residuo, el alpeorujo, en lugar del anterior orujo. En la actualidad, en las orujeras se procesa el alpeorujo para extraer mediante tratamientos químicos el aceite restante obteniendo otro nuevo residuo denominado "pulpa agotada de alpeorujo" u orujillo.

Excepto el aceite de oliva, el resto de productos generados por ésta industria, tanto en el antiguo sistema de "tres fases" como en el actual de "dos fases", constituyen un importante problema medioambiental. Por ello, se viene investigando en los últimos años en procesos de valorización de estos residuos al objeto de minimizar su impacto medioambiental y obtener otros productos que incorporen un valor añadido. Algunos de ellos, como veremos a continuación, relacionados con el cultivo de setas comestibles.

Como es sabido, el cultivo de hongos no es difícil si bien presenta algunas características que hacen que se tengan que guardar especiales precauciones. Además, el escalado industrial y comercialización de los productos resultantes requieren una estandarización de los procesos y el control de todos los parámetros implicados en el desarrollo y fructificación de los hongos cultivados. Algunas de las precauciones a tomar incluyen medidas de higiene para evitar la contaminación de los sustratos por otros hongos o bacterias. Estas contaminaciones suelen acarrear desde una disminución de la productividad de las explotaciones hasta un aumento en los gastos de acondicionamiento de las instalaciones, como el sellado de los locales y el montaje de filtros en los sistemas de ventilación. Por otro lado, el seguimiento de los parámetros ambientales permite controlar la duración de las fases de incubación y fructificación, lo que hace posible optimizar el cultivo, diseñar los ciclos productivos y su duración acomodándolos a las necesidades del mercado. Es por ello, que las instalaciones más avanzadas de cultivos de hongos suelen consistir en cámaras de cultivo aisladas y acondicionadas donde se controlan entre otros temperatura, humedad, iluminación y ventilación.

El procedimiento habitual en la industria es colocar en dichas instalaciones unas bolsas de plástico negro, y por tanto opaco, en cuyo interior se encuentra el sustrato sobre el que se desarrolla el micelio del hongo. Una vez que el hongo completa la colonización del sustrato se cambian las condiciones ambientales a las que se someten las bolsas para favorecer la fructificación (formación de las setas). Para ello el cultivador tiene que observar, por inspección visual, el grado de colonización del sustrato por parte del hongo. Esta inspección, al ser el plástico opaco, requiere la manipulación y apertura de las bolsas, lo que aumenta los riesgos de infección por parte de patógenos y/o competidores que pueden estropear el cultivo.

El sustrato más utilizado en la actualidad para la fabricación del sustrato de las bolsas es una mezcla de materiales lignocelulósicos (paja, aserrín y/o cualquier resto vegetal) húmedos con distintos compuestos minerales que sirven para adecuar desde el punto de vista físico-químico el sustrato (textura, estructura, pH, etcétera). Esta mezcla se somete a un procedimiento de desinfección o esterilización y posteriormente se inocula con una porción del micelio del hongo (inóculo) que se desea cultivar. Posteriormente, la mezcla preparada se prensa y empaqueta con el plástico negro.

Los procedimientos para el inóculo son muy variados, desde micelio del hongo creciendo en una mezcla de granos de cereales y minerales, hasta fragmentos de los carpóforos del hongo deseado ó micelio crecido en cultivos líquidos.

Las innovaciones que proponemos en este documento se refieren a un nuevo procedimiento de cultivo que consiste en la preparación de un sustrato nuevo elaborado en base al orujillo, mezclado con materiales lignocelulósicos y minerales; a la preparación de un inóculo fúngico nuevo diseñado para adecuar el hongo a las sustancias nutritivas presentes en el nuevo sustrato de cultivo; y al embolsado con un plástico especialmente diseñado para la preparación de las bolsas de cultivo de setas que permite una inspección visual sin necesidad de apertura y manipulación.

Un documento relacionado con nuestra invención es la patente española número ES 2 003 801, relativa al empleo de orujos generados en almazaras de "tres fases" para el cultivo de hongos basidiomicetos, especialmente champiñones. Comparando estos trabajos con el objetivo de nuestra patente, se pone de manifiesto que esta última se refiere a un residuo diferente del orujillo.

Otro documento relacionado es la patente española ES 2 007 071, del mismo autor que la anterior, donde se reclaman modificaciones sobre el procedimiento descrito en la patente ES 2 003 801 aumentando las medidas de higiene del sustrato y su acondicionamiento para el cultivo de hongos saprobios, como el champiñón, mediante fermentación por inmersión. Además se propone la utilización de basidiocarpos de cultivos anteriores como iniciador, en lugar de micelio puro de pre-cultivos estériles. En todo caso, esta invención no presenta solapamiento con la descrita en el actual documento al tratarse de procedimientos diferentes para la obtención de basidiocarpos de hongos utilizando, al igual que en el documento anterior, un sustrato distinto.

Respecto a la patente española número 2 200 672 "Sustrato para el cultivo de hongos", creemos firmemente que no se produce solapamiento. Aunque el residuo utilizado como sustrato en dicha invención procede del actual sistema de extracción en "dos fases", se trata del alpeorujo mientras que en nuestro caso se utiliza el orujillo, que como ya se comentó se obtiene en las empresas orujeras como subproducto del refinado químico del alpeorujo. Además, la diferente naturaleza de ambos productos requiere un manejo diferente que supone modificaciones del proceso habitual para la preparación del sustrato.

En lo que se refiere a la patente española número 2 103 206 "Procedimiento industrial de tratamiento, reciclaje y transformación del alpechín y alpeorujo en fertilizantes orgánicos puros" no se produce solapamiento al reivindicar la obtención de fertilizantes orgánicos puros mediante depósitos anaeróbicos y pilas longitudinales a través de microorganismos basados en poblaciones bacterianas naturales anaerobias o termófilas indefinidas, y a partir nuevamente de un residuo diferente al orujillo.

En la búsqueda de trabajos previos a escala internacional se han detectado distintos documentos que, de una manera u otra, se encuentran en relación con nuestra innovación pero que, como comentamos a continuación, no suponen solapamiento alguno.

En general estos trabajos describen nuevos sustratos o procedimientos para el cultivo de hongos, en la mayoría de los cuales no se incluyen residuos de la industria extractiva del olivar en las formulaciones (WO200008916, HU209034-B, AU8659364-A, CA1185910-A y WO8500002-A1). Si bien es cierto que algunos de ellos si utilizan este tipo de residuos ya sea como complemento (US2005097815, JP63273415-A, Kalmis et al., 2008 y Pompei et al.,... [Seguir leyendo]

1. Procedimiento para el cultivo de hongos caracterizado por utilizar un residuo de la industria del aceite de oliva, la pulpa agotada del alperujo (orujillo).

2. Procedimiento para el cultivo de hongos según reivindicación 1 que consta de las siguientes etapas:

caracterizado por incluir pulpa agotada de alperujo en la formulación del inóculo y/o del sustrato.

3. Procedimiento para cultivo de hongos según reivindicación 1 caracterizado por incluir orujillo en la formulación del inóculo.

4. Procedimiento para cultivo de hongos según reivindicación 1 caracterizado por incluir orujillo en la formulación del sustrato.

5. Procedimiento para el cultivo de hongos según reivindicación 2 caracterizado por usar un plástico opaco con pequeñas porciones transparentes para el embolsado del sustrato inoculado.

6. Bolsa de sustrato para cultivo de setas obtenida por el procedimiento según cualquiera de las reivindicaciones de la 2 a la 5.