NUEVA COMPOSICION VETERINARIA PARA ABEJAS.

El uso de ácido 2-hidroxi-benzoico (ácido salicílico), ácido 2-acetoxi-benzoico (ácido acetilsalicílico),

o las sales de los mismos, en la preparación de composiciones para el tratamiento y/o la prevención de nosemosis en abejas (Nosemosis apium)

Nueva composición veterinaria para abejas.

El sujeto de la invención es una nueva composición veterinaria para abejas, para uso en el tratamiento y/o prevención de la enfermedad nosemosis (Nosemosis apium) en abejas (Apis mellifera).

Se sabe que esta enfermedad extremadamente peligrosa para las abejas (Apis mellifera) está causada por una ameba de espora denominada Nosema apis. La principal época de la enfermedad es la primavera, aunque la enfermedad en sí misma puede producirse también en otros periodos. El contenido del recto de abejas de invierno sanas aumenta sólo de forma lenta en la primera mitad del invierno. Durante el último tercio del invierno se produce un aumento repentino debido a que la aparición de la nueva generación fuerza a las abejas sanas a aumentar su metabolismo. El contenido de las abejas infectadas con nosemosis aumenta gradualmente, ya que el contenido en agua del intestino aumenta, y esto se suma al contenido tenso del recto y por consiguiente los individuos enfermos comienzan a defecar dentro de la colmena. Los excrementos caen sobre las abejas, las paredes de las celdas, las tapas de las celdas, el polen y la miel. Los miembros sanos de la colonia se infectan por su instinto de limpieza. Las abejas limpiadoras succionan el excremento fino y también chupan el excremento seco tras humedecerlo previamente. Durante esta actividad las abejas son infectadas con enormes cantidades de esporas de Nosema apis.

Estas esporas mantienen sus funciones vitales dentro de los excrementos defecados por las abejas durante al menos un año. Por consiguiente, los residuos de excrementos secos sobre la colmena infectan a las abejas un año después. El efecto mortal de la ameba se muestra principalmente a través de la destrucción del epitelio del medio vientre de las abejas, pero también provoca otras anormalidades. Por ejemplo, la glándula faríngea de las abejas se desarrolla vestigialmente, y mientras que en el caso de colonias sanas sólo el 6% de las abejas presentan glándulas faríngeas vestigiales, en el caso de abejas con nosemosis dicha proporción puede alcanzar el 41%. La glándula faríngea vestigial no es capaz de producir suficiente jalea real y por lo tanto se produce una malnutrición de la nueva generación, que incluso puede morir de hambre, y las abejas no desarrolladas eclosionan con alas incompletas. Como las proteínas para las nuevas generaciones proceden de la glándula faríngea, puede entenderse que la infección con Nosema apis tiene efectos sobre el crecimiento de la prole. Las colonias no tratadas son destruidas completamente en la mayoría de los casos, y por tanto la prevención o el tratamiento de las colonias infectadas se hacen indispensables.

La enfermedad no es fácil de diagnosticar en base a los síntomas, pero el especialista experimentado es capaz de observar los síntomas típicos. (Por ejemplo, en la primavera se pueden ver abejas caminando, que son incapaces de volar y hacen vibrar sus alas atrofiadas. El zángano enfermo camina débilmente sobre la tabla de vuelo y se cae fácilmente al suelo delante de la colmena. Trepa sobre el césped haciendo vibrar las alas e intenta volar, pero vuelve a caer con debilidad. En la colmena, sobre el panal y en la madera de los marcos se pueden observar varias marcas de excrementos. La colmena desierta también es abandonada por la reina, y estos casos graves la propia reina puede ser vista caminando por el suelo. Si la reina es infectada con nosemosis deja de poner huevos y muere en una o dos semanas). El diagnóstico seguro de la enfermedad implica un examen en laboratorio, basado en la determinación de las esporas. La determinación con éxito del patógeno se ve enormemente influida por el método de toma de muestra empleado.

Debido a la gravedad de la enfermedad de la nosemosis se conocen métodos más protectores. Un método complementario demostrado es la desinfección de la colmena y del panal con ácido acético. Para la desinfección debe usarse ácido acético técnico. Éste tiene una concentración del 80%, por lo que es fluido por debajo de la temperatura de 15ºC. Por el contrario, el ácido acético glacial concentrado al 100% se vuelve sólido por debajo de 15ºC. Durante la desinfección la cantidad calculada de ácido acético técnico se vierte en un bol de porcelana y se coloca dentro de la colmena que se quiere desinfectar. La principal desventaja del método es que los panales desinfectados deben ventilarse durante varios días después del uso, ya que sino los vapores ácidos producirán la destrucción de la prole y de las abejas. Otra desventaja es que el vapor del ácido acético tendrá un efecto negativo sobre los objetos metálicos. De este modo se reduce significativamente la vida útil de los mismos en la colmena y en accesorios.

En el pasado se usaron ampliamente composiciones con contenido en mercurio para el tratamiento de Nosemosis apis. El contenido en mercurio de dichas composiciones ponía en peligro la miel, como composición alimenticia, y por consiguiente dichas sustancias con contenido en mercurio fueron retiradas de uso completamente.

Con la retirada de las composiciones que contenían mercurio la introducción de una composición mucho más efectiva cobró protagonismo, a saber el antibiótico que se introdujo en Hungría con el nombre Fumagillin DCH. Este antibiótico fue usado por vez primera por investigadores canadienses para el tratamiento de la nosemosis. El ingrediente activo de la medicina es el antibiótico obtenido del moho Aspergillus fumigatus, que se usaba básicamente para el tratamiento de la disentería humana provocada por amebas en países tropicales. Tras descubrir su eficacia en el tratamiento de Nosema apis, su uso se extendió rápidamente por todo el mundo.

El polvo de Fumagillin DCH producido por Sanofi-Chinoin Drug Manufacturing Company Budapest, Hungría, se comercializa en botellas que contienen 20 g. Una botella contiene 0,5 g de sustancia activa pura. De acuerdo con las instrucciones de utilización, el contenido de una botella es suficiente para el tratamiento de 10 colonias infectadas moderadamente o de 5 colonias infectadas gravemente. Antes de usarse, el contenido de la botellas debe disolverse en 0,5 litros de agua tibia, a continuación se mezcla homogéneamente en 5 litros de jarabe de glucosa en una proporción 1:1, se enfría a 40ºC y entonces se diluye la mezcla a 25 litros con jarabe de glucosa. Las colonias enfermas son alimentadas con 0,5 litros de la mezcla al día. El uso de composiciones que contienen antibióticos está cada vez más y más restringido, e incluso ha sido prohibido por las autoridades de determinados países.

El objetivo de la invención es la producción de una composición medicinal efectiva, y si es posible que contenga ingredientes naturales, con la que se puedan superar las anteriores desventajas y se pueda tratar la nosemosis con una buena eficacia, o que se pueda prevenir.

La invención se basa en la observación de que de acuerdo con las experiencias con abejas, la nosemosis disminuye e incluso cesa en caso de visita a pastos de abejas con alta presencia de sauces. Tras examinar otros varios tipos de planteas y flores, éstos atrajeron mi atención. Determiné que de acuerdo con la bibliografía en el sauce blanco (Salix alba), pero especialmente en los brotes de álamo negro (Populus nigra), se puede encontrar una importante cantidad de 2-hidroxibencil-ß-D-glucopiranozid (salicina). Este compuesto puede considerarse un precursor del ácido salicílico. Esto es debido a que supongo que la salicina se transforma en ácido salicílico en el tórax de la abeja (por efecto de ácido, de una enzima o de la temperatura), y así es como se produce su efecto anti-nosemosis.

Sorprendentemente, la suposición quedó completamente demostrada por varias series de experimentos in vivo. La cantidad efectiva de concentración de ácido salicílico, como sustancia activa, se determinó nuevamente empleando más series de experimentos. La deducción extraída fue que una composición que contiene una determinada concentración de ácido salicílico o de derivado de ácido salicílico, completada con una sustancia vehicular adecuada era efectiva incluso en el caso de infecciones extremas de nosemosis en colonias de abejas. Este reconocimiento no podría haber sido previsto mediante medio alguno, ya que entre las formas multilaterales de utilización del ácido salicílico y del ácido acetil salicílico (por ejemplo por su efecto antibacteriano, antiséptico e incluso anti-reumático) no se menciona en ningún sitio su uso con abejas.

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1. El uso de ácido 2-hidroxi-benzoico (ácido salicílico), ácido 2-acetoxi-benzoico (ácido acetilsalicílico), o las sales de los mismos, en la preparación de composiciones para el tratamiento y/o la prevención de nosemosis en abejas (Nosemosis apium).

2. El uso de acuerdo con la reivindicación 1, en el que la composición comprende melazas de la industria azucarera (un extracto acuoso concentrado de Beta vulgaris cv altissima) y, opcionalmente, aditivos y vehículos opcionales.