CALZADO PARA LOS CASCOS DE LOS EQUIDOS.

1. Calzado para los cascos de los équidos, caracterizado por estar formado por dos piezas de material elástico,

una parte envolvente que se adapta a la forma de la pared exterior del casco (2) bajando hacia el suelo para formar una suela elástica con excelentes propiedades de agarre, resistencia a la abrasión, y amortiguación, y de otra parte una pieza con forma de anillo circular (1) que se abrocha alrededor de la zona comprendida entre la corona del casco y la cuartilla, estando ambas partes unidas por un cable (11) de longitud regulable que actúa como sistema de cierre del calzado sobre el casco, a la vez que junta o aleja las dos partes descritas. Dicho cable realiza también una novedosa acción de cierre sobre la parte de la suela que está en contacto permanente con el suelo (4), que tiene forma de herradura clásica abierta, ajustando firmemente la suela a la forma y tamaño de cada casco.
2. Calzado para los cascos de los équidos, según la reivindicación 1, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior, más cercana al suelo y a la que denominamos zapato (2), está realizada en un material elástico moldeado que envuelve la pared exterior del casco y la suela, disponiendo de 4 a 8 pernos o pasadores (15) que actúan a modo de poleas por las que pasa el cable de cierre, que se tensa mediante un mando dispuesto en la parte frontal del zapato (16) y que dispone de una tapa de seguridad (12).
3. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 y 2, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior a la que denominamos zapato, presenta una serie de nervios o refuerzos (18) de material elástico que incrementan la resistencia del material a los esfuerzos en determinadas zonas sin perjudicar la flexibilidad general de la pieza.
4. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 3, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior a la que denominamos zapato ofrece una mayor flexibilidad y adaptabilidad gracias al dibujo o terminación ondulada de la parte superior del zapato, la más cercana a la corona del casco, y por la presencia de una serie de hendiduras o rebajes (19) del material que parten de la zona más alta, cercana a la corona, y descienden hacia el suelo.
5. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 4, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior a la que denominamos zapato presenta de 1 a 6 zonas, de formas y superficies variadas, en la que el material elástico envolvente tiene perforaciones (14) para mejorar la aireación del casco.
6. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 5, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior a la que denominamos zapato presenta una o varias mangueras o guías huecas (17) que sirven para alojar una serie de cables que actúan como frenos o topes de dilatación. Estos anillos o cables tienen un diámetro o longitud ligeramente superior al diámetro del casco en la zona en la que están ubicados y en el momento de máxima dilatación del casco natural del caballo, evitando que en un esfuerzo violento el material elástico empleado supere su punto máximo de dilatación.
7. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 6, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior llamada zapato presenta una suela muy elástica y adaptable, con varios niveles o capas bien diferenciadas en cuanto sus propiedades, grosor, y finalidades:
El primer nivel (4) tiene forma de herradura tradicional abierta, es el de mayor grosor, de entre 4 y 10 milímetros, y es el único que está en contacto permanente con el suelo, presentando cierta flexibilidad, un excelente agarre, y gran resistencia a la abrasión. El dibujo de agarre de esta suela exterior se presenta en dos niveles de profundidad, de modo que al desgastarse el primer dibujo (7) emerge el segundo (8).
El segundo nivel (5), de material más fino y elástico, ocupa una posición más elevada que la capa anterior, pudiendo actuar eventualmente como suela de contacto secundaria con el suelo, su diseño aporta flexibilidad y sujeción a la primera capa.
En el tercer nivel hay una plantilla elástica (6), blanda, y transpirable, que está en la posición más alta cubriendo y protegiendo toda la palma del casco, su escasa rigidez facilita una mayor adaptabilidad general del zapato y permite que el pie del caballo se acople a las irregularidades del terreno no anulando totalmente la sensibilidad de la palma del casco.
8. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 7, caracterizado por el hecho de que la pieza llamada zapato presenta en el tercer nivel de la suela, llamada plantilla, un relieve que ocupa la zona central interna, y que se ajusta anatómicamente a la concavidad interior de la palma del casco y a la ranilla, contribuyendo a sujetar el zapato en su sitio; evitando posibles desplazamientos laterales del casco sobre el interior de la suela del zapato.
Según otra característica de la invención, esta plantilla interior en contacto con la suela natural del casco del caballo, contiene de 6 a 30 pequeñas ventosas (22) alojadas en la misma o que, atravesando esta plantilla, emergen desde un nivel inferior de la suela, contribuyendo a una mejor sujeción del zapato, y actuando a la vez como elemento amortiguador.
9. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 8, caracterizado por el hecho de que la pieza inferior a la que denominamos zapato presenta de 6 a 8 perforaciones (3) que la atraviesan íntegramente la suela para permitir el uso eventual de tornillos de sujeción (24). Dichos tornillos no serán por lo general necesarios pero están previstos para lograr una sujeción extra en circunstancias excepcionales, o para acoplar a los mismos una serie de ramplones, o tacos, para el trabajo sobre terrenos especiales como la nieve, el hielo, la hierba, etc.
La principal novedad que presentan estas perforaciones es la de estar diseñadas con un rebaje o cajón que puede alojar tanto a la cabeza del tornillo como a un tapón desmontable de desagüe (23), apreciable en la figura 5.
10. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 9, caracterizado por el hecho de que la pieza superior de material elástico denominada pulsera (1), que tiene forma de anillo circular y que se abrocha alrededor de la zona comprendida entre la corona del casco y la cuartilla, presenta un mecanismo de cierre rápido (9) que permite abrir o cerrar la pulsera para su rápido montaje y desmontaje, permitiendo también variar ligeramente su longitud o diámetro. Dicha pulsera presenta en la parte posterior una prolongación descendente (20), a modo de talonera, que tapa y protege los pulpejos del casco y que queda unida al zapato mediante un cierre regulable y elástico (21) de velcro, o similar. Toda la cara interior de la pulsera aloja una almohadilla adhesiva desmontable (10), que puede ser de material transpirable, diseñada para evitar roces y rebajar la presión ejercida sobre esta zona sensible.
11. Calzado para los cascos de los équidos, según las reivindicaciones 1 a 10, caracterizado por el hecho de que la pieza superior denominada pulsera, también lleva embutido un cable (13) de longitud ligeramente superior al del desarrollo de la misma, que actúa como tope de dilatación, evitando que, en un esfuerzo violento, el material elástico empleado supere su punto máximo de dilatación. Dicha pulsera lleva alojados de 2 a 8 pernos o pasadores (15) que actúan a modo de poleas por las que pasa el cable de cierre que la une al zapato o pieza inferior.