Alimento infantil a base de materia grasa de origen lácteo.

Utilización de una fuente de materia grasa de origen lácteo para la obtención de al menos un 30 % de lafracción lipídica de un alimento infantil para niños de pecho o niños de temprana edad,

en forma líquida,sólida o en forma de polvo para reconstituir, y de una fuente de materia grasa vegetal para el resto de estafracción lipídica,

para la fabricación del citado alimento infantil para su utilización en el aumento de la fabricación endógena delDHA y de su acumulación en las membranas, particularmente en el cerebro, en el niño de pecho y el niñopárvulo, comprendiendo la fracción proteica del citado alimento infantil al menos una fuente de proteínas deorigen lácteo que comprende un derivado lácteo procedente de la fase soluble de la leche pero no procedentede lactosérum ácido o de quesería, o un concentrado de α-lactoalbúmina.

Alimento infantil a base de materia grasa de origen lácteo La invención se refiere a las leches infantiles de primera y segunda edad (en lo sucesivo designadas simplemente “leches infantiles”) en forma líquida lista para beber o en forma de polvo para reconstituir, y más particularmente a la formulación de estas leches en términos de materias grasas y proteínas.

Se sabe que los lípidos desempeñan papeles esenciales durante la vida embrionaria y durante los primeros años de vida: un papel estructural, particularmente a nivel cerebral participando en la fabricación de la vaina de mielina de las neuronas, y un papel energético para el crecimiento y el desarrollo del niño. Mendy F., OCL 2005; 12 (1) : 5-15 describe algunos aspectos del metabolismo de los ácidos grasos en los seres humanos.

Por lo tanto, los lípidos son macronutrientes, también vehículos de micronutrientes, esenciales para el buen desarrollo del niño y particularmente para su desarrollo cerebral, y ello desde su nacimiento.

Los lípidos de la leche materna presentan una composición específica, en la medida en que están compuestos de triglicéridos (en un 80 %) , diglicéridos, ácidos grasos libres y colesterol. En los triglicéridos, los ácidos palmítico (C16:0) y mirístico (C14:0) están situados mayoritariamente en posición central (sn2) .

La leche materna contiene también ácidos grasos minoritarios pero esenciales para el niño: son los ácidos grasos de cadena corta, fácilmente metabolizados por el organismo, así como fosfolípidos y otros lípidos llamados neuronales.

Por otro lado el colesterol, presente en cantidad notable en la leche materna (120 mg/l) , desempeña un papel esencial como componente de todas las células del organismo y como precursor de numerosas moléculas con funciones esenciales en el organismo (hormonas, vitamina D, ácidos biliares) .

Las leches infantiles utilizadas como productos de sustitución de las leches maternas están reglamentadas muy estrictamente. En particular, deben cumplir con la Directiva 2006/141/CE de la Comisión de las Comunidades Europeas de fecha 22 de diciembre de 2006 que se refiere a las preparaciones para niños de pecho y a las preparaciones consecutivas.

Esta reglamentación establece además una serie de exigencias en términos de composición proteica, con el fin de que la composición en aminoácidos de la leche infantil se aproxime a la proteína de referencia de la leche materna. La obligación reglamentaria, además del contenido global en proteínas, implica alcanzar por lo menos el aminograma descrito en esta reglamentación.

Las leches infantiles preparadas a partir de una o varias materias grasas exclusivamente vegetales presentan una serie de diferencias con relación a la leche materna.

En particular, con respecto a los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) , estas leches infantiles presentan un exceso importante de AGPI n-6 (ácido linoleico) y, en menor medida, de AGPI n-3 (ácido linolénico) , así como una relación w-6 / w-3 notablemente superior a la de la leche materna.

Por el contrario, con relación a la leche materna presentan una carencia importante en ácidos grasos saturados (AGS) como los ácidos palmítico y mirístico y en isómero conjugado del ácido linoleico (de la familia de los w-7) : el ácido ruménico. Ahora bien, el ácido mirístico y el ácido ruménico son muy beneficiosos para la salud. En efecto, el ácido mirístico interviene a partir del ácido alfa-linolénico en la producción endógena del DHA (ácido docosahexaenoico) , que es un ácido graso esencial de la familia de los w-3 necesario para que el cerebro y el corazón funcionen de manera óptima. El ácido ruménico podría ser también un elemento clave de esta síntesis endógena de DHA y resulta ser un factor de protección cardiovascular y de prevención de cánceres.

Estas diferencias están esquematizadas en la Figura 1 adjunta, que expresa la composición en ácidos grasos para diferentes productos, relacionados en porcentajes en relación a la leche materna. La leche materna está simbolizada por el círculo M que ilustra la composición de referencia (el 100 % para cada constituyente) , mientras que la línea V describe la composición media de algunos productos actualmente disponibles en el mercado, todos formulados a partir de materia grasa exclusivamente vegetal. De esta comparación se desprende que los productos actualmente disponibles sólo se asemejan a la leche materna en lo que se refiere a los ácidos grasos monoinsaturados (AGMI) y al contenido de ácido oleico.

Por otro lado, se sabe que los fosfolípidos contribuyen a la mejora de las defensas naturales del niño de pecho permitiendo una mejor maduración de la pared digestiva, mejorando así la función digestiva y reduciendo el riesgo de desarrollo de alergias alimenticias o de intolerancia, como en el caso de la intolerancia al gluten.

El colesterol es asimismo importante, ya que permite normalizar el balance lipídico del niño en los años posteriores y en la edad adulta. En efecto, se ha podido comprobar que el índice de colesterol sanguíneo de los niños amamantados era más elevado en los primeros años de vida que el de los niños alimentados con leche infantil compuesta de materias grasas vegetales, invirtiéndose después este valor en los años siguientes. La explicación sería que un ahorro de la biosíntesis en los primeros años de vida, a través de la aportación del colesterol de la leche materna, protegería de un índice sanguíneo de colesterol demasiado elevado en la edad adulta. Por otra parte, en lo que se refiere a la composición proteica, se constata que las formulaciones que existen actualmente en el mercado, si alcanzan por lo menos los valores mínimos del aminograma prescrito por la reglamentación, no siempre tienen en cuenta el hecho de que un exceso de proteínas, y a fortiori de aminoácidos, también puede ser perjudicial para la salud (obesidad, diabetes, …) .

Con el fin de mejorar el perfil lipídico de un alimento infantil de primera o segunda edad que presente una composición mucho más próxima a la leche materna que a la de las leches actualmente disponibles – manteniéndose evidentemente en el marco de la reglamentación, muy estricta, aplicable a estos productos– se ha propuesto, en particular por los documentos US 5 709 888 A, US 5 066 500 A, EP 0 496 456 A1 y US 3 542 560 A, utilizar una fuente de materia grasa de origen lácteo para obtener al menos un 30 % de la fracción lipídica y utilizar fuentes de materias grasas vegetales para el resto de esta fracción lipídica.

La materia grasa vegetal puede particularmente obtenerse de la colza y/o del girasol. La materia grasa de origen lácteo puede proceder de una crema de leche, de una mantequilla, de una leche estandarizada en materia grasa láctea, de una materia grasa láctea anhidra y/o de una materia obtenida de un fraccionamiento de una materia grasa láctea anhidra, sea cual sea el origen animal de esta materia grasa, que puede proceder de vaca, oveja, cabra u otro. Por otro lado, para la obtención de la fracción proteica es posible utilizar una fuente de proteínas de origen lácteo.

La invención pretende utilizar estas fuentes de materias grasas para la fabricación de un alimento infantil para niños de pecho o niños de temprana edad, en forma líquida o sólida en forma de polvo para reconstituir, destinado al aumento de la fabricación endógena del DHA y a su acumulación en las membranas, particularmente en el cerebro, en niños de pecho y niños párvulos.

La invención prevé utilizar para la obtención de una fracción proteica del alimento infantil por lo menos una fuente de proteínas de origen lácteo que puede comprender: un derivado lácteo procedente de la fase soluble de la leche, pero no obtenido de lactosuero ácido o de quesería; un concentrado de a-lactoalbúmina.

De manera ventajosa, la fracción proteica se obtiene a partir de un 36 a un 68 % de un derivado lácteo procedente de una desmineralización selectiva de la fase soluble de la leche y de un 32 a un 64 % de proteínas totales de leche,

o bien de un 17 a un 32 % de un derivado lácteo procedente de una desmineralización selectiva de la fase soluble de la leche, de un 17 a un 32 % de un concentrado de a-lactoalbúmina, y de un 35 a un 65 % de proteínas totales de leche.

La fuente de materia grasa de origen lácteo se utiliza preferentemente para obtener de un 30 a un 85 % de la fracción lipídica. Como fuente de materia grasa vegetal, es posible utilizar, por ejemplo, de un 0 a un 70 % de materia grasa procedente de la colza y de un 0 a un 20 % de materia grasa procedente del girasol.

En cuanto... [Seguir leyendo]

1. Utilización de una fuente de materia grasa de origen lácteo para la obtención de al menos un 30 % de la fracción lipídica de un alimento infantil para niños de pecho o niños de temprana edad, en forma líquida, sólida o en forma de polvo para reconstituir, y de una fuente de materia grasa vegetal para el resto de esta fracción lipídica, para la fabricación del citado alimento infantil para su utilización en el aumento de la fabricación endógena del DHA y de su acumulación en las membranas, particularmente en el cerebro, en el niño de pecho y el niño párvulo, comprendiendo la fracción proteica del citado alimento infantil al menos una fuente de proteínas de origen lácteo que comprende un derivado lácteo procedente de la fase soluble de la leche pero no procedente de lactosérum ácido o de quesería, o un concentrado de a-lactoalbúmina.

2. La utilización de la reivindicación 1, comprendiendo la utilización para la obtención de la citada fracción proteica de: de un 36 a un 68 % de un derivado lácteo obtenido de una desmineralización selectiva de la fase soluble de la leche, y de un 32 a un 64 % de proteínas totales de leche.

3. La utilización de la reivindicación 1, comprendiendo la utilización para la obtención de la citada fracción proteica de: de un 17 a un 32 % de un derivado lácteo obtenido de una desmineralización selectiva de la fase soluble de la leche, de un 17 a un 32 % de un concentrado de a-lactoalbúmina, y de un 35 a un 65 % de proteínas totales de leche.

4. La utilización de la reivindicación 1, comprendiendo además la utilización de fosfolípidos lácteos presentes en un concentrado de membranas de glóbulos grasos de la leche para la obtención de la citada fracción lipídica.

5. La utilización de la reivindicación 1, en la cual dicho alimento infantil comprende por lo menos 2 mg, preferentemente por lo menos 4 mg, de colesterol por 100 g de leche reconstituida.

6. La utilización de la reivindicación 1, en la cual dicho alimento infantil comprende por lo menos 104 mg, preferentemente por lo menos 200 mg, de ácido mirístico por 100 g de leche reconstituida.

7. La utilización de la reivindicación 6, en la cual el ácido mirístico está mayoritariamente situado en la posición

2.

8. La utilización de la reivindicación 1, en la cual dicho alimento infantil comprende de 10 a 250 mg, preferentemente de 100 a 200 mg, de fosfolípidos lácteos por 100 g de leche reconstituida.

9. La utilización de la reivindicación 1, en la cual dicha fuente de materia grasa de origen lácteo es utilizada para la obtención de un 30 a un 85 % de la citada fracción lipídica.

10. La utilización de la reivindicación 1, comprendiendo la utilización como fuente de materia grasa vegetal de un 0 a un 70 % de materia grasa obtenida de la colza y de un 0 a un 20 % de materia grasa obtenida del girasol.

11. La utilización de la reivindicación 1, en la cual dicha fuente de materia grasa de origen lácteo comprende: una crema de leche, una mantequilla, una leche estandarizada en materia grasa láctea, una materia grasa láctea anhidra y/o una materia obtenida de un fraccionamiento de una materia grasa láctea anhidra.