Independientemente de las paredes o cerramientos, la cubierta presenta una inclinación variable en el plano vertical, ascendiendo desde la cara sur de la edificación hasta la pared norte. Esta disposición tiene dos objetivos:

La adecuada orientación de los módulos de captación fotovoltaica que se encuentran integrados en la cubierta, y la autolimpieza de sus superficies cuando llueve.

De este modo también se consigue instalar el mayor número de paneles de forma eficiente en la cubierta.

La inclinación o pendiente de la cubierta depende de la orografía del terreno, de su ubicación geográfica y de la normativa urbanística que rige la zona en la que se ubica la explotación.

Sus usos varían, desde invernaderos para el cultivo de plantas, frutas y hortalizas, hasta criaderos de animales y voladeros de aves, pasando por naves industriales, de almacenaje y logística, o viviendas y edificios públicos. En base a su uso definido, se implementará usando materiales diferentes, tanto en la cubierta como en los paramentos, columnas, y demás elementos estructurales.

La instalación de paneles integrados, se realiza utilizando los propios sistemas de captación fotovoltaicos como elemento cobertor, o cierre superior de la estructura. En este caso, dependiendo de las necesidades de la instalación, esta cubierta fotovoltaica puede o no permitir el paso de luz, instalando sistemas semitransparentes o jugando con zonas transparentes, translúcidas y opacas. Además, para proteger estos sistemas de agentes procedentes del interior (gases, agentes corrosivos, móviles sólidos, etc.) puede llevar una capa interna, o una malla que los proteja de impactos (pabellones deportivos y similares).

Breve descripción de los dibujos

Para mejor comprensión de cuanto queda descrito en la presente memoria, se acompañan unos dibujos, en los que, a título de ejemplo, se representa un caso práctico de realización de la invención.

En dichos dibujos la figura 1 es una vista de alzado lateral en la que se distinguen: La cubierta (1), la fachada lateral o paramento (2), la fachada sur (3), la fachada norte (4), y los puntos cardinales S y N que indican la orientación de la estructura.

La figura 2 es una vista frontal de la edificación en la que se distinguen lo mismos elementos que en la figura 1, y los puntos cardinales E y O que definen la orientación.

La figura 3 es una vista en perspectiva de la edificación, en la que se distingue una representación gráfica de los puntos cardinales, la cubierta (1) con las estructuras o vigas de soporte transversales respecto al eje sur-norte (1a), las vigas paralelas a este eje (1b) y la estructura de enrejillado (1c) que se apoya sobre las anteriores y en la que ensamblarán los sistemas de captación fotovoltaica (1d).

Los paramentos laterales (2), en este caso la fachada oeste, en la que se distinguen los pilares (2a) que soportan el peso de la cubierta (1) y el cerramiento (2b).

La fachada sur (3) en la que al igual que en la anterior se diferencian los pilares (3a) que soportan el peso de la cubierta (1) y el cerramiento (3b).

La figura 4 representa un desglose en capas de la edificación, en la que distinguimos de derecha a izquierda: El "esqueleto" de la estructura formada por los pilares (2a) y (3a) que soportan el peso de las vigas transversales (1a) y longitudinales (1b). La estructura de enrejillado (1c) de la cubierta (1) y los cerramientos de las fachadas sur (3a) y lateral (2a). Y por último el conjunto de módulos fotovoltaicos (1d) que se instalan a modo de cerramiento superior. Además, como en la figura 3, y la figura 5 aparece una representación gráfica de los puntos cardinales que determinan su orientación.

La figura 5 representa una vista en perspectiva de una edificación en la que la cubierta (1) no presenta forma de rectángulo o cuadrado, existiendo por ello varios paramentos orientados al oeste (2) y la fachada sur (3) está dividida en tres módulos.

Descripción de una realización preferida

La edificación a la que nos referimos tiene una cubierta (1) orientada hacia el sur, es decir que es un plano inclinado que rota sobre un eje horizontal y en el cual el punto central de su lado más próximo al suelo, lado sur, está orientado lo más exactamente posible hacia este punto cardinal. En esta cubierta (1) nos encontramos diferentes elementos estructurales:

Las vigas de metal o cualquier material rígido capaz de soportar el peso de la superestructura. Unas se orientan de este a oeste (1a) mientras las otras lo hacen de norte a sur (1b). Estas vigas constituyen la base sólida que transmite las cargas al suelo a través de los pilares (2a) y (3a) y sobre las que se apoya una estructura de enrejillado (tipo muro cortina) (1c) de material más ligero, que por medio de listones que se cruzan perpendicularmente, forma rectángulos iguales. Esta superestructura tiene un perfil, y por tanto peso, mucho menor que las vigas, ya que está diseñado para integrar en cada uno de los espacios rectangulares que forman el enrejillado (1c) un módulo de captación solar fotovoltaica (1d) y no va a soportar más cargas que éstos, los agentes meteorológicos, fauna avícola y el personal de mantenimiento (pasillos de servicio).

Los paramentos laterales (2), (3) y (4), cierran el perímetro vertical de la estructura, y se sirven de los pilares para estructurar un cerramiento (2b), que puede ser de diferentes materiales, según las necesidades asociadas a la actividad a la que se destina la edificación. En este caso podría ser ventanal de cristal o metacrilato transparente, con perfilería de aluminio, tipo muro cortina.

La pendiente de la cubierta viene definida por los requerimientos urbanísticos de la zona de edificación, se tratará siempre de aproximarse a la inclinación óptima de los módulos, respetando la atura máxima permitida del edificio. Para ello también se debe tener en cuenta la pendiente del terreno sobre el que se edifica.