MARCO PARA PUERTA.

1. Marco para puerta, que estando constituido por un pórtico formado por dos montantes y un cabecero o travesaño perfilados de igual sección,

se caracteriza esencialmente porque los perfiles del marco conforman en su alma, un entrante o alojamiento longitudinal, susceptible de recibir una junta intumescente, el cual alma se prolonga por un extremo en un plano ortogonal, que se dobla formando un reborde redondeado, a modo de gota de sebo, que queda en disposición paralela al alma, con la que determina un alojamiento para una junta de cierre estanco de la puerta, a partir de cuyo reborde redondeado, el perfil se prolonga por el exterior en un plano ortogonal al alma, que constituye el ala más pequeña de un perfil esquinero, mientras que por el extremo opuesto se acoda ortogonalmente en un ala lateral de mayor longitud, dotada de un escalonamiento o rebaje longitudinal para el apoyo del borde de la puerta, que queda ventajosamente nivelada con el resto del ala del marco, lo que favorece el apilamiento horizontal de las puertas.
2. Marco para puerta, según reivindicación primera, caracterizado esencialmente porque los extremos del perfil que constituye el cabecero o travesaño del marco presentan una amplia escotadura o corte que atañe al alma y al ala lateral de menor longitud, así como a una porción del ala lateral de mayor longitud del cabecero, cuyo extremo sobresaliente finaliza en una pestaña ortogonal que cierra el ala, la cual se acoda doblemente formando un plano de asentamiento y se remata en un pequeño apéndice en voladizo provisto de un orificio fileteado, mientras que lateralmente conforma unas pestañas dispuestas para apoyarse sobre el borde del ala lateral mayor de los montantes, a los que se fija mediante un tornillo que atraviesa un orificio del borde doblado del ala del montante, en coincidencia con el orificio de la pestaña del cabecero, que asienta ventajosamente sobre el borde de dicho extremo doblado del ala.
3. Marco para puerta, según reivindicación segunda, caracterizado esencialmente porque el cabecero o travesaño del marco conforma en el borde del entrante o alojamiento del alma, una pestaña ortogonal, provista al menos de un orificio fileteado, que está dispuesta para acoplarse en el entrante o alojamiento longitudinal del alma de los montantes, para cuyo efecto comportan, en proximidad a su borde, al menos un orificio, que en coincidencia con el de la pestaña del cabecero, permite mediante tornillos la unión central entre los perfiles del marco, en cuya unión el borde redondeado de los montantes, queda alojado en una ranura del cabecero en forma de gota de sebo, mientras que el borde doblado del ala menor del cabecero, comporta una uñeta que monta y abraza superiormente al borde redondeado de los montantes.