REGULADOR DE ALTURA PARA LAMPARAS SUSPENDIDAS.

Regulador de altura para lámparas suspendidas que comprende una carcasa cilíndrica de eje horizontal que se suspende en el techo y que contiene medios para largar y cobrar,

a solicitud del usuario, un hilo resistente del que cuelga la lámpara, caracterizado porque en el interior de la carcasa se aloja un tambor giratorio sobre un vástago que sobresale horizontalmente de la cara interna de una cara lateral, cual tambor presenta en la llanta una garganta anular en la que está enrrollado el hilo resistente que, saliendo por debajo de la carcasa se une a la lámpara que hay que suspender; la cara del tambor que queda adosada a ala cara de la carcasa de donde emerge aquel vástago, lleva conformada una cavidad en la que se aloja un muelle espiral cuyos extremos están sujetos al vástago y al tambor, otorgándole una tendencia a enrollar aquel hilo suspendedor; mientras que de la cara opuesta de dicho tambor sobresalen dos tetones coaxiales retráctiles a manera de trinquetes empujados por muelles contra los dientes frontales de una rueda de trinquete enfrentada a dicho tambor y montada con posibilidad de giro sobre un tornillo que, atravesando al exterior de la carcasa, lleva montadas una arandela de presión y una palomilla que permiten inmovilizar dicha rueda entre la cabeza del tornillo y la pared de la carcasa, todo ello operativamente dispuesto para que al tirar de la lámpara con aquella palomilla apretada a fondo, el hilo suspendedor se desenrolle del tambor, que girará cargando el muelle espiral, los tetones retráctiles del cual tambor resbalarán favorablemente sobre los dientes de la rueda hasta que se interrumpe la tracción de la lámpara una vez descendida a al altura deseada, la cual permanecerá inalterable porque el muelle espiral impide el giro del tambor en un sentido y los dientes de la rueda se lo impiden en el otro; mientras que, al ser aflojada la referida palomilla y liberarse la rueda dentada, el tambor obligado por su muelle girará por sí solo arrastrando mediante sus tetones la referida rueda y enrollando el hilo suspendedor de la lámpara hasta que, una vez conseguida la altura conveniente se inmovilice aquella rueda apretando de nuevo la palomilla.