PROCEDIMIENTO PARA EL CONTROL DE LA ALIMENTACION, SALUD Y BIENESTAR DEL ANIMAL DESDE SU COMPRA AL DESTETE HASTA EL SACRIFICIO.

Procedimiento para el control de la alimentación, salud y bienestar del animal desde su compra al destete hasta el sacrificio.

Consiste en un procedimiento por el que el crotal que se inserta en la oreja del animal identifica, junto a los datos de obligado cumplimiento legal, al propietario del animal, el cual siendo distinto al criador de la cabaña, es el mismo que recibe y explota su carne después del sacrificio y porque se tatúa sobre la piel del animal una marca que identifique a su propietario y número de crotal. Se abre una ficha electrónica en la que se insertan todos los datos relativos a la veterinaria, régimen alimenticio y bienestar del animal, y se aloja en un servidor informático al que tienen acceso a través de identificación y contraseña los propietarios del animal y pueden interactuar con los cuidadores.

PROCEDIMIENTO PARA EL CONTROL DE LA ALIMENTACiÓN, SALUD Y BIENESTAR DEL ANIMAL

La presente invención se refiere a un procedimiento para el control de calidad de la carne que comprende la compra del animal al destete, la implantación de un crotal en la oreja o pata del animal el tatuaje en la piel del animal de una marca que identifique a su propietario, la apertura de una ficha electrónica en la que se inserten todos los datos relativos a la

historia clínica, régimen alimenticio y bienestar del animal, y que se alojan en un servidor informático al que tienen acceso a través de identificación y contraseña los propietarios del animal y programa informático que hace posible la comunicación interactiva entre los propietarios y los cuidadores del animal, con la finalidad de poder controlar a lo largo de toda su vida

su alimentación, régimen de pastoreo o de estabulación, vacunas, agua, cobijo, asistencia veterinaria, intoxicaciones, enfermedades víricas, procesos respiratorios, enfermedades parasitarias, enfermedades hereditarias y/o congénitas. También se refiere la presente invención a la carne animal obtenida a través de este procedimiento.

Pretende la presente invención resolver varios problemas relacionados con la alimentación y cuidado de animales y con las carnes excesivamente procesadas y sometidas a riesgos de contaminación, enfermedades o contagios. Para ello se propone un procedimiento por el que es posible controlar su alimentación, conocer y a ser posible decidir sobre los medicamentos y vacunas que se le administren, saber si ha padecido alguna enfermedad, sobre su régimen alimenticio, el número de animales por espacio de convivencia o sobre su bienestar animal y en

general sobre el proceso de engorde, cebo o preparación hasta llegar a su sacrificio.

Pretende también acercar los consumidores de carne a los criadores de animales de tal manera que las estrategias para conseguir los mejores resultados, la mejor carne, sea el fruto de un proceso de

cooperación de ambas partes.

Otra pretensión es evitar los intermediarios y de este modo hacer más rentable la explotación para el criador de animales de carne.

Pongamos por ejemplo a una persona que compra un lechón ibérico recién destetado, se marcará al lechón con un crotal en la oreja y 15 por seguridad para el caso en que desaparezca el crotal, un tatuaje que lo identifique con sus características y con el comprador. Éste podrá elegir si quiere que consuma cereales con más materia grasa o con más proteina y qué tipo de cereales, si deberá consumir maíz transgénico o no, si su régimen alimenticio será exclusivamente de montanera o lo alternará con 20 etapas de estabulación o será sólo de cebo. Se le consultará si desea que se le administren todas las vacunas o sólo las obligatorias, sabrá si cae enfermo y qué tratamiento veterinario se le va a administrar, podrá

decidir si se le aplican métodos para que las grasas de su carne sean

más o menos saturadas. En España, cada año se sacrifican más de dos millones y medio de cabezas de vacuno. La producción de esta carne se realiza casi en serie, 5 en explotaciones de ganadería intensiva donde los terneros pasan la mayor parte de su vida en un establo alimentados con pienso energético con la única finalidad de que ganen peso. La mayor parte de la carne que se consume procede de animales sacrificados entre los 11 y los 18 meses de edad con un peso vivo entre 350 y 500 kilos y una canal que 10 oscila entre 180 y 200 kilos, a los que corresponde la denominación ternera o añojo. Cada vez es más difícil encontrar en las carnicerías carne de vaca o de buey más dura que la de ternera, pero cuyo sabor es muy apreciado por los gourmets. Tras el sacrificio, el animal es desangrado, convirtiéndolo en una canal que se clasifica y se etiqueta según sus 15 características y su categoría comercial. La canal se somete a un proceso de maduración hasta convertirla en una carne apta para ser consumida. Nadie en todo el proceso se ha interesado por mejorar la calidad de la carne, tan sólo interesa el peso, y sobre todo nadie en mejorar las características organolépticas de esas carnes, organizando la vida del 20 animal y su régimen de comidas y de bienestar para que su carne sea lo más apreciada posible en el mercado y en la que se pueda confiar plenamente.

De todos los alimentos de la cesta de la compra, la carne de

ternera constituye una de las mejores fuentes de proteínas para el organismo. Esto, sumado a su alta digestibilidad, hace de esta carne un producto especialmente recomendado durante la infancia y la vejez. De

hecho, se trata de un sabroso alimento aconsejado en la dieta de personas de prácticamente cualquier edad y condición exceptuando tan sólo a quienes padecen afecciones como acidosis, gota o artritis, que deben moderar su consumo.

No obstante, como suele ocurrir con casi todos los alimentos,

existen carnes de mayor calidad que otras. De todos es sabido que la ternera de mayor calidad y más apreciada es la lechal, aquélla que sólo ha sido alimentada con leche y que ha sido sacrificada entre los tres y cuatro meses, con un peso no superior a los 150 kilos. Y es que la raza, edad del animal y alimentación que éste haya recibido resultan factores

clave para determinar la calidad de su carne, desde la más sosa hasta la más fina y delicada.

Los hábitos dietéticos están siendo hoy día influenciados por la preocupación de algunas personas acerca del posible impacto sobre la salud o el medio ambiente de alimentos modificados genéticamente.

También hay una preocupación adicional acerca del impacto de la agricultura industrial sobre el bienestar animal, la salud humana y el medio ambiente. Esto ha conducido al surgimiento de una contracultura con una preferencia por los alimentos orgánicos y locales.

En general las Denominaciones Específicas e Indicaciones

Geográficas Protegidas garantizan que la carne procede sólo de unas razas de vacuno concretas, normalmente autóctonas, y que las reses han nacido y se han criado en determinadas zonas de acuerdo con unos

procesos de cría y de alimentación. Sin embargo, es raro que se establezcan criterios acerca de sus cualidades organolépticas, degustación, etc. Por ello, la presencia de estas denominaciones específicas o indicaciones protegidas no es una garantía directa de calidad, aunque indirectamente proporcione una pista.

La blandura de una carne depende de varios factores: La edad del animal, cuanto más añoso es, mayor cantidad de tejido conjuntivo rodea sus fibras musculares y más dura resulta la carne, la cantidad de ejercicio que haya practicado la res, lo cual está en estrecha relación con el tipo de crianza. Una res que ha vivido en un establo debe ser más tierna que la

que ha corrido por el prado, pero si el prado es montañoso menos tierna aún será su carne, ya que el músculo del que se trate o, lo que es lo mismo, la pieza ha tenido que trabajar más y se ha hecho más dura.

La herencia es un factor decisivo, ya que determina la dureza de la carne en un 60%. Desafortunadamente, el consumidor no tiene ningún 20 indicio que permita prever estas circunstacias a simple vista. Y es que mirando la carne a simple vista no es posible saber si una res ha recibido tratamiento con medicamentos o promotores del crecimiento. Para ello, son necesarias pruebas de laboratorio que, en general, son específicas

para cada sustancia. Las normas acerca de la utilización de fármacos en el ganado son estrictas y, a fin de comprobar si se respetan, cada país tiene que desarrollar un plan de residuos, en el cual se toman muestras de distintos animales de forma aleatoria o dirigida. Aunque la incidencia

en estas muestras sea por lo general baja, aún hay carne que contiene restos de clembuterol, promotores del crecimiento, etc.

Además, hay que tener en cuenta que si el animal está agotado o ha sufrido estrés antes del sacrificio, no se dan las condiciones idóneas para que se produzca la maduración de la carne. El resultado es una

carne dura y seca. Si el traslado de los animales insume más de 10 horas, empieza a producirse pérdida... [Seguir leyendo]

1. Procedimiento para el control de la alimentación, salud y bienestar del animal desde su compra al destete hasta el sacrificio, caracterizado porque se inserta un crotal en la oreja del animal que

identifica, junto a los datos de obligado cumplimiento legal, al propietario del animal, el cual siendo distinto al criador de la cabaña, es el que recibe y explota su carne después del sacrificio y porque en una segunda etapa se tatúa sobre la piel del animal una marca que identifica a su propietario y número de crota!. A continuación se abre una ficha electrónica en la que

se insertan todos los datos relativos a la historia clínica veterinaria, régimen alimenticio y bienestar del animal, alojándose la misma en un servidor informático al que tienen acceso a través de identificación y contraseña los propietarios del animal. Por último un programa informático hace posible la comunicación interactiva entre los propietarios

y los cuidadores del animal.

2. Carne obtenida a través del procedimiento anteriormente descrito.